El yoga durante el embarazo produce enormes beneficios físicos y psicológicos, ya que, permite ser más consciente de los cambios corporales y emocionales, sintiéndolos con plenitud vivencial y comprendiendo lo que nos sucede. Y sobre todo nos ayuda a sentirnos conectadas con el cuerpo. La relajación del yoga, además, aumenta la flexibilidad, haciendo más soportables las tensiones físicas de músculos y articulaciones.
El hacer yoga puede ayudar a que la mujer embarazada tome confianza en su cuerpo y le permita sentirse más segura y preparada para afrontar el parto, tanto por la conexión que logra, mediante la práctica, con su cuerpo y el de su hijo, como por la evidente mejora de su elasticidad, fuerza y resistencia.
El Yoga es un puente y un nexo que nos une a nosotras mismas, un vehículo de salud y de introspección, que aporta paz y reconocimiento de las sensaciones. Para las embarazadas, la búsqueda y la consecución del bienestar físico y mental es especialmente importante, pues nos preparamos para cambios enormes y desgastes físicos, pero también a un crecimiento profundo que nos hace más fuertes.
En estos momentos no hay clases regulares disponibles. Sólo individuales o de grupo si vienes con amiga(s).