El dolor de espalda ocurre en un 70% de las mujeres embarazadas, sobre todo tras el 5º mes de gestación, cuando el bebé y el útero van cogiendo volumen y peso.
La mujer, al tener que dar cabida al nuevo ser, ha de adaptar su postura creando una mayor curvatura en las lumbares (hiperlordosis) y pudiendo existir un mayor riesgo de pinzamiento de los nervios intervertebrales. Esto da lugar a dolores más o menos leves, alcanzando a menudo el nervio ciático.
Además del tamaño del bebé y el útero, otras razones que afectan a la postura pueden ser: el aumento en el tamaño de los pechos y el reblandecimiento de la articulación pélvica, ligamentos y músculos.
El incremento del dolor suele darse en mujeres de embarazo múltiple, en mujeres con dolor antes del embarazo o del embarazo anterior y con el aumento de la edad de la madre.
Las mujeres experimentan menos dolor si son físicamente activas y están en forma antes del embarazo. También si tienen una educación y conciencia de su postura.
Recomendaciones que son efectivas:
- Evitar coger peso tanto corporal (no engordar demasiado) como bolsas y bolsos pesados.
- Llevar zapatos bajos que sujeten bien el pie, pero que no sean totalmente planos.
- Poner calor en la zona.
- Evitar sentarte en un sillón o silla donde el cuerpo se queda inmóvil durante mucho tiempo. Es preferible sentarse en una pelota grande donde hay movilidad y amortiguación del peso.
- Masajear la zona dolorida.
- Colchón firme y duro.
- Shiatsu.
- Yoga.
- Ejercicios de basculación pélvica.
• En caso de dolor del nervio ciático, se recomienda aplicar frío y descanso los primeros 2-3 días y luego poner calor y vida normal. Evita permanecer sentada o acostada por tiempo prolongado ejerciendo presión en los glúteos.
• Aunque la mayor parte de los dolores de espalda suelen estar relacionados con la postura, puede ser un signo de preparto o infección de riñones así que es muy importante asegurarse de ello.
Posturas de yoga que te pueden ayudar a descongestionar la espalda: